
La multinacional de automóviles General Motors decidió su reestructuración en EEUU, tras anunciar pérdidas récord de 38.700 millones de dólares en el 2007, y ofreció bajas incentivadas a sus 74.000 empleados de plantilla en EEUU.
A pesar de las cuantiosas pérdidas, las mayores de un fabricante de automóviles estadounidense en toda la historia, los mercados reaccionaron de forma positiva al anuncio de la empresa de que está dispuesta a acelerar y profundizar la reestructuración iniciada en el 2005.
A media jornada, las acciones de General Motors estaban al alza y se cotizaban en la Bolsa de Nueva York a 27,39 dólares por título, un aumento del 0,27 por ciento con respecto al cierre del lunes.
El director financiero de GM, Fritz Henderson, dijo que la empresa todavía no ha establecido cuántos trabajadores deberían abandonar el fabricante antes del próximo 1 de julio, porque "el programa es bastante grande".
La oferta garantiza 35.000 dólares a los trabajadores con más de 30 años de servicio, más pensiones y prestaciones. Los empleados con menos de 26 años de antigüedad podrían recibir hasta 100.000 dólares pero con pensión y prestaciones recortadas.
 
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