La noticia nos lleva al Condado de Dade, en Florida, donde un (supuesto) ladrón estaba haciendo de las suyas en un complejo turístico regentado por los indios mikasuki. El protagonista de nuestra historia acababa de apalancarse uno de los vehículos del lugar, cuando varios testigos llamaron a la policía y comenzó una persecución que fue a terminar en las inmediaciones del casino. Esperando escapar de la justicia, el sospechoso se lanzó a una charca situada detrás del complejo, sin percatarse de que estaba habitada por el lagarto Juancho. Desafortunadamente para el caco, el animalito, de casi tres metros de largo, aún no había almorzado, y de esta forma tan grotesca tocó a su fin una infructuosa carrera delictiva. También desafortunadamente, pero esta vez para el caimán, la oficina de pesca y medio ambiente de Florida no vio con buenos ojos sus actividades de vengador justiciero, por lo que se ha reunido con su última comida y ahora su cuerpo será enterrado o incinerado.
FUENTE: Autoblog
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