No es ningún secreto que las marcas alemanas están empezando a hacer auténtico daño en el mercado norteamericano. Se están adaptando y están descifrando lo que realmente busca el público estadounidense y canadiense, y esto es un punto de inflexión muy importante. Significa que algo está cambiando, y no es bueno para General Motors, ni para Ford, ni para cualquier marca del nuevo continente.
Enero ha sido especialmente importante para Mercedes Benz USA, que ha registrado nada más y nada menos que un 7.1% respecto al mismo Enero del año pasado.
Puede que el principal secreto sea el hecho de llevar modelos eficientes, diésel y de un consumo reducido pero con una gran potencia. Es ésto precisamente lo que está alimentando la tendencia de cambio, de unos motors grandes y sueltos a unos más pequeños y sofisticados. Evidentemente, GM y Ford ya se han dado cuenta de ello, y la mejor muestra es el hecho de que están desarrollando de lleno prototipos híbridos y motores diésel más eficientes que nunca.
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