martes, 11 de marzo de 2008

El humo de los motores diésel es malo para el cerebro



Un estudio realizado por investigadores de la Universidad neerlandesa de Zuyd sobre los efectos de la ceniza del gasoil en las funciones cerebrales, ha llegado a las páginas de la publicación científica Toxicología de Partículas y Fibras.

El informe indica que no sólo las nanopartículas derivadas de la combustion de los motores diésel llegan al cerebro, sino que además desencadenan una respuesta mental de estrés. Esto ha podido ser observado mediante la actividad de las ondas cerebrales, que durante las pruebas mostraron señales de estrés compatibles con cambios en el procesamiento de información en el córtex. No es que pensemos que nuestro doctorado en neurocirugía por la Universidad de Sealand sirva de mucho, pero nos cuesta creer que algo capaz de desencadenar una respuesta de estrés en nuestro cerebro pueda ser bueno.

Los datos fueron recopilados utilizando 10 sujetos voluntarios a los que se les hizo respirar en una habitación llena de humo de gasoleo durante una hora, imitando el entorno de una calle muy transitada o un garaje. Mientras tanto, los científicos vigilaron la actividad cerebral de sus cobayas bípedas mediante un encefalograma. El documento termina con la conclusión de que es necesario seguir investigando para determinar los efectos a largo plazo sobre la memoria y la inteligencia de los seres humanos.

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