Una carrera como la de este pasado domingo en Melbourne es realmente dificil de resumir. Únicamente otros dos Grandes Premios de F1 en los últimos 20 años finalizaron con menos autos en carrera. Fueron el GP de Mónaco de 1996, donde sólo cuatro pilotos vieron la bandera a cuadros y el GP de España de ese mismo año, cuando Michael Schumacher logró su primera victoria con Ferrari en una prueba en la que sólo acabaron seis autos.
En la de ayer en Melboure fue uno más, en total siete, los pilotos que cruzaron la línea de meta tras una carrera caótica y con numerosos incidentes, fueron:
1 L. Hamilton McLaren 1h 34:50.616
2 N. Heidfeld BMW + 5.4
3 N. Rosberg Williams + 8.1
4 F. Alonso Renault + 17.1
5 H. Kovalainen McLaren + 18.0
6 K. Nakajima Williams + 1 Vuelta
7 S. Bourdais Toro Rosso + 2 vueltas
8 K. Raikkönen Ferrari + 3 vueltas
Los abandonos en la cola de la parrilla duelen especialmente en este tipo de carreras. Estas suelen ser ocasiones casi únicas para los equipos de la cola de afrontar el resto del año con algún puntito.
Otro de los momentos memorables fue la celebración de Ron Dennis, levantando ambos puños, tras el adelantamiento de Kovalainen a Alonso. Lástima que después no nos ofrecen la cara que se le queda cuando Alonso le vuelve a superar por la derecha tras pulsar el famoso botoncito del limitador de velocidad.
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